He escuchado con cierta frecuencia que sino es egresado de alguna Universidad Pública de nuestra localidad trae como consecuencia el adagio de haber estudiado en una “Universidad Patito”.
De entrada a quienes he cuestionado dicho concepto me han respondido con estrechez conceptual que son aquellas que carecen de registro ante la Secretaría de Educación Pública o la correspondiente del estado, para ser más preciso o tratando de discernirlos se refieren aquellas que no tienen RVOE (Registro de Validez Oficial de Estudios) y otros se refieren que el sistema no es el adecuado para una recta formación profesional.
No conozco instituto o universidad alguna que opere en Cd. Juárez sin registro o cuando menos en vías del obtener el RVOE de cada carrera profesional o posgrado que ofrecen, eso es cuestión de trámite y supervisión gubernamental ni tampoco alguna que no estén ocupados en la mejora académica.
En realidad lo que dichas personas o neoprofesionistas expresan en mi concepto es una desmedida vanidad creyendo que al egresar de una escuela pública son tan o más conocedores que los otros y la realidad les pinta otra cosa pero lo dicen entre ellos.
La tendencia en las universidades del estado es compactar el semestre a tetramestre y clases de fin de semana; esto resulta bastante atractivo para quienes laboran que son más que los que estudian y ellos deben cumplir con sus obligaciones familiares y en otros casos hasta se tiene la opción de estudiar dos carreras profesionales a la vez.
Más triste resulta la crítica cuando viene de un “Catedrático” que en el fondo trae mucha desinformación y denuedo por observar con éxito la matricula cada vez mayor de estos centros escolares.
Cuando haya maduración seguramente se comprenderá que cada persona de acuerdo a sus propósitos, destreza y talentos hace el nombre de la institución que lo formó y no viceversa.
Bien harían estos opinantes consultar a Pascal (1623-1662) que dijo: “Quien no ve la vanidad en el mundo, es que él es, en si mismo muy vano“.
¡Ahhhhh raza!
Norberto López Garza es abogado litigante en derecho laboral y cátedratico de la Universidad Cultural e Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez. Multi-galardonado por su desempeño profesional, recibiendo entre estos la Columna de Plata 2011 al Mérito Periodístico otorgada por la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez.