Reza un refrán… “nada es verdad o mentira; todo es según el color del cristal con que se mira”.
En 1990 Alvin Toffler en su segunda obra titulada “La Tercera Ola” anunciaba el inicio de la era de la información. Pero nunca se imaginó que esto podría pasar con la velocidad del rayo.
La era de la comunicación resultó ser más bien una ráfaga en la vida, un suspiro, una alucinación que cobró presencia con los nuevos instrumentos tecnológicos; utensilios con los que se fueron creando los engendros de la desinformación; herramientas para construir en el reino de las percepciones un nuevo firmamento; una falsa realidad. La post verdad.
Edificada con mentiras claras, disfraces increíbles; engaños, calumnias, embustes y todo un mosaico de falsedades, se creó una gran calzada hacia un precipicio donde caemos todos en cámara lenta, flotando, como sobrenadando al vacío. Un vacío al que ahora conocemos como realidad truqueada, o post verdad.
La idea está relacionada con el concepto de una era digital o la revolución digital, y lleva a las consecuencias de un cambio de la tradicional industria de que la revolución industrial trajo a través de la industrialización, a una economía basada en la manipulación de la información.
A través de esta actitud encontramos que los organismos que le sacan más jugo a este quiebre, son los del crimen organizado.
Veamos:
En nuestro país desde casi tres décadas para acá hemos visto cosas asombrosas. Por ejemplo, el asesinato de Colosio y la detención de Mario Aburto a quien se le fincan cargos por el homicidio y se le encierra. Pero la sombra de la sospecha, nos dice que quizás pudo haber sido por instrucciones del entonces presidente Carlos Salinas, o que quizás habría pisado muchos callos en el submundo del narcotráfico.
Como haya sido, el reino de las percepciones comienza a cobrar apariencia y las imágenes de otra posible realidad van llenando las celdillas de este campo o dimensión.
De ahí en adelante, todo fue tomando rumbo hacia la realidad truqueada.
Matan a Ruiz Massieu y su caso pasa a ser otro de los cientos de casos que se van al cajón del olvido pues curiosamente nunca descubrieron quien fue el autor intelectual. Atraparon a un sujeto, y como a Aburto le cargaron (ora sí) que al muertito en lo que yo he llamado anteriormente “la fábrica de chivos expiatorios”.
Luego se vino la temporada de clones.
Todo fue clonado. Patrullas de la policía, uniformes, credenciales, gafetes, armamento. No sólo de la policía sino del ejército también.
Y esto sirve para emplazar falsos retenes de “vigilancia”. O más bien dicho. Retenes reales con elementos falsos que con toda impunidad asaltan, secuestran, extorsionan o asesinan a viajeros en carretera y que obviamente no son detenidos pues no se sabe bien a bien si los que se encuentran en la carretera, son los malos, o son los peores.
En la ciudad ocurre lo mismo. Falsos policías detienen a transeúntes y los esquilman, violan a las mujeres y si se resisten son ejecutados.
Y que decir de los famosos hackers defensores del pueblo, auto-llamados Anonymus. Penetraban en los websites de gobierno, procuraduría, dominios particulares de políticos ratas y los exhibían.
Luego, se clonaron los Anonymus Fake y comenzó una guerra de desinformación entre personajes de la política.
Así, poco a poco, se van juntando los adoquines para pavimentar la calzada que nos deja al borde del precipicio donde nace LA POSVERDAD. O sea la realidad truqueada.
Son los Neo Sofistas Tecno Millenials los arquitectos de esta innovadora estrategia de manipulación mediática los que han edificado en poco tiempo esto que le han dado en llamar la posverdad. (El término es cuño de mi buen amigo Luis Carlos Ortega
Tres ejemplos recientes podemos acercar a este artículo para ilustrar nuestro dicho.
La controversia, AMLO-YUNES. Ambos sórdidos personajes que se atacan mutuamente. No sabemos realmente quien de los dos mienten, o si ambos mienten. Por lo tanto, pasan directo a la dimensión de la realidad truqueada.
El discurso de Donald Trump ante el Congreso. Asegura que no pretende hacer deportaciones masivas, pero hace todo lo contrario. Amén de las declaraciones embusteras que todos los días hace frente a los medios.
El caso reciente de una nota Fake, en la cual tratan de perjudicar la imagen del gobernador Javier Corral, evidenciándolo como seductor y libertino.
En síntesis, vivimos en una dimensión donde se combinan la verdad, la mentira, la simulación y otros factores que dan vida a un espacio imaginario al que hoy se le conoce como Post Verdad.
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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