Cabe hacer mención que Ramón Galindo como persona es educado, amable, que puede ser confiable, leal a sus principios, a sus amigos y a todo lo que él cree.
Como político ha sido un hombre que se revela al poder cuando se siente defraudado y traicionado, como cuando quiso ser Senador por Chihuahua en el año 2000 y perdió por falta de equidad en las elecciones internas de su partido, el PAN, donde llegó a tomar las oficinas en protesta y defensa de sus principios y dignidad. Se enojó y accionó su protesta, tal vez con razón; pero lo disciplinaron.
Hechura de Francisco Barrio, el gobernador PANista de 1992-1998, quien quiso entregarle la gubernatura a su pupilo pero fue derrotado por el PRIista Patricio Martínez, dando paso al triunvirato de PRIistas que “olvidaron” que Juárez era la ciudad que más aportaba recursos al estado: Patricio Martínez, Reyes Baeza y César Duarte. Fueron los 18 años de olvido más desastroso para la ciudad transformándola en una ciudad de rezago y con ello quitándoles a los juarenses la oportunidad de ver adaptarse al progreso su ciudad.
Sin embargo, Ramón Galindo como presidente municipal de Juárez de 1995 a 1997, no fue la excepción de la sumisión al servicio de la familia Barrio poco hizo, o se le recuerda poca hechura por la ciudad que hoy quiere volver a gobernar.
Definitivamente Ramón Galindo solo cuenta con el amplio respaldo del Gobernador Corral y su hermana, la Vicegobernadora Leticia Corral; con el apoyo de sus amigos y los comprometidos y disciplinados PANistas, de ahí en fuera el respaldo hacia Ramón Galindo es raquítico, sin embargo es el tercero en las preferencias de los Juarenses.
El gran pecado actual para Ramón Galindo es su suplente a la Alcaldía el Dr. Arturo Valenzuela Zorrilla, quien ya quiso ser, en el pasado inmediato, candidato independiente a la presidencia municipal y que al no ver fructificado (o vendido) su posibilidad corrió a refugiarse a la nómina estatal del Nuevo Amanecer. Un hombre que ha demostrado en solo dos años de actividad pública de segundo nivel, una incoherencia de pensamiento absoluta y ha sido su gestión en el sector salud en su persona con demasiada controversia, incluso viéndose involucrado en situaciones de calidad moral delicada cuando quiso cambiar un diagnóstico médico hacia uno que favorecía a uno de sus amigos.
No hay nada en el PANismo a la alcaldía de atractivo, es una fórmula que esta condenada al fracaso rotundo y absoluto, no tienen posibilidad alguna de hacer un papel decoroso en la contienda.
Ramón Galindo no despierta, ni despertará, pasiones encendidas que “muevan” su campaña, al contrario será fofa y desencantada porque no tienen nada que ofrecer hoy el panismo a los Juarenses.
Solo, y digo solo, Ramón Galindo pudiera aspirar a hacer un buen papel en la contienda si el Gobernador Javier Corral logra cumplir su promesa madre de campaña, meter a la cárcel a César Duarte, a eso amarraron su destino político los PANistas estatales.
Ya tuvo su oportunidad y la desaprovechó al ser sumiso al Gobernador Barrio, paga hoy esa mala táctica de decir siempre “si señor al señor” del palacio en turno.
Concluyo, como persona es un ser humano extraordinario Ramón Galindo, pero considero que hoy solo le es útil al sistema desde la posición en que se encuentra dentro del Nuevo Amanecer como un interlocutor confiable entre las fuerzas políticas locales.
En lo personal me da mucha pena que lo manden al matadero, el PANismo sabía que no tienen posibilidades al menos en estas elecciones de salir airosos de la contienda electoral, pero la política es perversa y Galindo no lo es.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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