Este martes 6 de febrero fuimos testigos de un espectacular evento, un éxito científico-tecnológico que abrazamos todos: el primer lanzamiento-prueba del vehículo que seguramente estará llevando seres humanos de nuevo a la Luna y pronto, por primera ocasión en la historia, también al planeta Marte. El lanzamiento del soberbio cohete Falcon Heavy de la compañía privada SpaceX escribe el prólogo de una nueva y excitante historia, la de hombres y mujeres de nuestra generación que pronto estarán buscando un objetivo de vida literalmente fuera de este mundo, ya sea como técnicos o exploradores en la Luna, como colonizadores y representantes de la humanidad en el planeta rojo y sus dos satélites, o más allá.
El Falcon Heavy es actualmente el cohete más potente sobre la Tierra. Comparable en varios aspectos al famoso Saturno V que puso a los primeros hombres en la Luna —el cohete más poderoso de la historia—, este coloso puede transportar al espacio enormes cargas de decenas de toneladas, las esperadas en un proyecto de exploración y colonización espacial donde instrumentos, vehículos, materiales, provisiones y seres humanos tienen que ser llevados desde la superficie de la Tierra, venciendo la fuerza de gravedad, hasta alcanzar una órbita estacionaria alrededor del planeta o las superficies mismas de otros cuerpos celestes como la Luna o Marte. Vencer la gravedad terrestre lo suficiente para poner un objeto en órbita circular, estable alrededor de nuestro planeta, requiere que tal objeto alcance una velocidad de unos 26,000 km/h, que es el caso de un satélite artificial a 700 kilómetros de altura, hasta donde el Heavy puede transportar un máximo de unas 60 toneladas. Poder escapar completamente del tirón gravitacional de la Tierra requiere aun mayor velocidad. Partiendo de su superficie un cohete necesitará 40,000 km/h para lograrlo, la llamada velocidad de escape requerida para poder viajar a otros miembros del sistema solar. Y para esto es necesario un cohete poderoso que provea tal empuje y sea capaz de transportar al menos unas 15 toneladas de carga a otros mundos.
El Falcon Heavy consiste básicamente de una combinación de tres cohetes tipo Falcon 9, los que han aprobado múltiples pruebas durante los últimos años después de decenas de lanzamientos exitosos de SpaceX. Los Falcon 9 son pioneros en la industria aeroespacial por ser un tipo de cohete expresamente diseñado para ser recuperable y reusable, capaz de utilizar la última reserva de su combustible líquido para regresar a la Tierra y realizar un aterrizaje suave, por retropropulsión (al venir en caída desde el espacio después de llevar, digamos, provisiones a la Estación Espacial Internacional, enciende sus motores no para subir, sino para desacelerarse y llegar a posarse en el suelo con una velocidad cercana a cero). Así el Falcon 9 puede usarse de nuevo en otro lanzamiento de manera individual o como parte de un cohete más grande como el Falcon Heavy.
Hace unas semanas, un colega me decía de manera un tanto confidencial cómo de acuerdo a cierta información recibida, durante una evaluación rutinaria, NASA le había solicitado a Elon Musk declarara la naturaleza de la carga que llevaría al espacio durante su futuro lanzamiento del día 6 de febrero. Musk evadió la respuesta mientras pudo, pero finalmente tuvo que explicar que tenía el propósito de que el Falcon Heavy, en su vuelo de prueba, llevara al espacio uno de los famosos carros fabricados por su también empresa de autos eléctricos, Tesla. “¿Cómo ves a este loco?”, me decía mi colega llevándose las manos a la cabeza, en un tono de admiración y sorpresa.
Efectivamente, el Falcon Heavy despegó exitosamente y sus dos cohetes laterales se separaron y eventualmente recuperaron. El cohete alcanzó la altura planeada para colocar en órbita un precioso carro Tesla Roadster rojo con un personaje muy especial al volante: un maniquí portando el traje espacial oficial creado para los futuros humanos que viajen al espacio en la cápsula Dragón, también diseñada por SpaceX. Este maniquí, nombrado Starman, aparece en videos y fotografías al volante del Roadster teniendo como fondo la majestuosa vista del planeta Tierra. ¿ Su destino último ?: de acuerdo a información extraoficial, llegar a órbita marciana y colocarse en uno de sus puntos de Lagrange, puntos de equilibrio en el espacio donde un objeto puede permanecer en órbita estable alrededor del sol bajo la influencia de este y de Marte. Así, próximamente Marte podría estar acompañado en su órbita por un elegante carro eléctrico rojo y un maniquí, par cuya imagen es ya considerada tan icónica como la del mismo Neil Armstrong en la luna en 1969. Recientemente se anunció que el Tesla Roadster y Starman alcanzarán una distancia máxima al sol que los llevará tan lejos como el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
A pesar de haber perdido el cohete central en su regreso a la Tierra, que en vez de posarse en un buque dron en medio del océano para ser recuperado y reusado, se estrelló en el agua destruyéndose, el lanzamiento del Falcon Heavy fue un éxito rotundo que abre de manera muy clara la ruta de los humanos hacia otros mundos. El presidente de la Mars Society, Dr. Robert Zubrin, promotor incansable de la conquista del planeta rojo, públicamente felicitó a Musk y SpaceX afirmando que “Gracias a este equipo de innovadores, la Luna y Marte están ahora al alcance. Esto es una revolución”. Con esta proeza, SpaceX refuta al grupo de Norman Augustine en la NASA que sugirió cancelar el proyecto lunar hace siete años porque, de acuerdo a esta comisión, un cohete capaz de llevar cargas pesadas a la Luna tomaría 12 años de desarrollo y 36,000 millones de dólares. Musk y su empresa lo lograron en la mitad del tiempo y con un presupuesto propio, 20 veces menor.
Ponente. Investigador.
Maestría en Astronomía (UNAM | NMSU) y Doctor en Astronomía por la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Fundador de la Sociedad Astronómica Juarense, Cofundador del Proyecto Abel, Miembro de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, Miembro de la American Astronomical Society y Profesor de tiempo completo de Astronomía en UTEP.
